domingo, 27 de enero de 2013
jueves, 24 de enero de 2013
Si éste fuera mi último tiempo, quisiera estar tranquilo, sin apuros. Leer algunos poemas, escribir otros. Escuchar mucha música, mirar el cielo, bailar, saltar en algún recital de Almafuerte, barrer el cordón de la vereda, ir a trabajar, cambiar las fotos en el cementerio, regar los árboles, cuidar el cerezo, el rosal, discutir con el zorzal. Pasear por el Bicentenario. Charlar con mi madre, con mis sobrinos, con mi hermano. Ordenar mis cds, mis vhs, mis libros. Volver un rato al bowling, quedarme un ratito en la esquina de Alberdi y Sarmiento. Respirar el aire fresco de cada día.
miércoles, 23 de enero de 2013
lunes, 21 de enero de 2013
domingo, 20 de enero de 2013
viernes, 18 de enero de 2013
jueves, 17 de enero de 2013
miércoles, 16 de enero de 2013
martes, 15 de enero de 2013
lunes, 14 de enero de 2013
domingo, 13 de enero de 2013
sábado, 12 de enero de 2013
viernes, 11 de enero de 2013
jueves, 10 de enero de 2013
miércoles, 9 de enero de 2013
martes, 8 de enero de 2013
domingo, 6 de enero de 2013
Quiero morir escuchando música. No sé, hoy podría ser Hard Luck Woman de Kiss. Claro, en la versión cantada por Peter Criss.
sábado, 5 de enero de 2013
viernes, 4 de enero de 2013
jueves, 3 de enero de 2013
Dicen que la patria de uno es la infancia. La mía fue una infancia feliz. Me la pasaba todo el día jugando a la pelota, leía El Gráfico y miraba partidos de todas partes del mundo. La libertad que sentía en aquellos días sólo la comparo con la libertad que experimento al escribir, al escribir poesía. Eso sí, nunca me pude “profesionalizar”. Siempre fui un jugador de barrio, con sus códigos y sus decepciones. Con la poesía me pasa algo parecido. Hasta me atrevería a decir que es una bendición tener un poco de salud y un tiempo para poder escribir. Igual, si la vida fuera un partido de fútbol, hoy creo que estaría bajo los tres palos.
miércoles, 2 de enero de 2013
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