domingo, 28 de agosto de 2022



El mar es imitación del sueño que regresa
Comodoro Rivadavia, Chubut
Fines de julio de 2022

viernes, 26 de agosto de 2022

Sobre el techo nevado de mi casita los gorriones hacen sus vuelos rasantes.

jueves, 25 de agosto de 2022

Mi sueño es encontrarme con Eduardo Sacheri, en uno de esos bares míticos de Buenos Aires, y charlar de fútbol, de sus artículos en El Gráfico y, sobre todo, del Mundial Italia ´90. 

miércoles, 24 de agosto de 2022

Escribir poemas es como mirar el cielo desde la Línea E de colectivo, esa que me lleva al ranchito del fin del mundo. Y es el viento, siempre, el que me da los buenos días. 

martes, 23 de agosto de 2022

Mientras caminaba cerquita del mar, tuve momentos de muchísima emoción. Recordé aquella noche del 2001, cuando salimos del recital con Vanesa, mi primera novia, y nos fuimos a sentar en la escollera de la costanera a mirar las estrellas. Podría recordar hasta de lo que charlamos. Qué libres y jóvenes fuimos ahí. 
En aquel boliche en el que tocó Almafuerte ahora hay una estación de servicio. Chicano, así se llamaba el primer y único boliche que pisé en mi vida. En un momento, Iorio dijo algo así como: "Un saludo a los pibes de Gallegos que vinieron a vernos" y nosotros levantamos las manos, como diciendo "acá estamos". Decirle Gallegos a Río Gallegos es un gesto de fraternidad metalera.
La plaza San Martín, Súper Quick (ahora rebautizado Patio del chef) y Real Libros siguen igual. Pero el mar, ese mar, tiene algo de particular. No sé bien qué será, pero el viaje que hice hace unas semanas a Comodoro Rivadavia fue uno de los más especiales. Qué maneras más curiosas de recordar tiene uno.

lunes, 22 de agosto de 2022

Como fanático del Chavo del 8, hay imágenes y frases que se quedaron por siempre en mi corazón y que están presentes en lo cotidiano de mis días. Por ejemplo, cada vez que voy al correo y veo esa puerta giratoria, la única en la ciudad, me dan ganas de ponerme a dar vueltas y terminar despilfarrado del lado de afuera, como en aquel maravilloso capítulo de la vecindad en Acapulco. Lo mismo me pasa en el trabajo: cada vez que un niño me pide prestado la plasticola, me sale decirle: "Te la presto, pero no la uses" parafraseando al inolvidable Quico. Me gusta eso de cambiar los refranes o despedirlos con un: "Nos vemos la próxima semana, a la misma hora y por el mismo canal". Por eso, si me cruzan por la calle y me ven sonriendo solo, ya se los advertí. Alguna frase del Chavito me habrá iluminado el día. 

lunes, 15 de agosto de 2022


Con este hermoso flyer, homenaje a mi bicicleta vista desde la orilla del río, los invito a participar de esta propuesta, iniciativa de mi muy querida Mirtha Caré, y con el auspicio de Revista Burak. Allí nos encontraremos, pues, despidiéndonos del invierno más feroz. Están todos invitados. 

sábado, 6 de agosto de 2022



Escribí mi primer libro en las paredes de un bowling, literalmente hablando. Aquí no hay metáforas. Lo escribí mientras paraba esos benditos palos hasta cualquiera hora de la madrugada, el trabajo más marginal de todos y que hice durante un poco más de 5 años (temporada 2001-2006, turno noche). Ese lugar era una caverna, pero me gustaba. No tenía ventanas, pero sí puertas que se abrían al mundo cada vez que cerraba los ojos y escuchaba el viento de la noche. Ahí estaba, saltando de la cancha tres a la cuatro, cuando me llamaron para avisarme que mi libro había sido seleccionado para ser publicado en el concurso local de poesía. Cómo no recordar aquella tarde noche si sentí, por primera vez, que tocaba el cielo con las manos. 
Ayer, luego del trabajo con los niños, pasé por Aluén, la librería de usados más linda de Patagonia. Mi querido amigo Pajarito me tenía guardado este "palo grande" que tengo en mis manos, y que ahora formará parte de mis incunables.
Algún día se tendrá que conmemorar el Día del Parapalo, uníos del mundo. 

León ya lo hizo canción: