viernes, 30 de octubre de 2009
viernes, 23 de octubre de 2009
...TOTALES!
Hoy, esta Chispa Adecuada cumple un año. Por lo tanto, quiero agradecer a todos los que pasaron, pasan y pasarán por aquí. También doy gracias a todos los poetas y/o escritores que me permitieron publicar algunos de sus textos.
Es posible que ya no lo escriba con la asiduidad que lo caracteriza pues estoy dedicado (casi en un 100 %) a un nuevo proyecto que espero cumplir el próximo año. Sin más que agregar me despido hasta cualquier momento. Gracias!
Es posible que ya no lo escriba con la asiduidad que lo caracteriza pues estoy dedicado (casi en un 100 %) a un nuevo proyecto que espero cumplir el próximo año. Sin más que agregar me despido hasta cualquier momento. Gracias!
domingo, 18 de octubre de 2009
MÁS PLEGARIAS!
Y por aquí les dejo algunos poemas que me vencieron. Por lo tanto, quedaron excluidos de la edición de Plegarias del humo. En próximas entradas habrá más!
EL MURO
Sueño días en los que vivo sin escribir. Días en los que mis manos compran flores enlutadas. Días tallados de antiguos miedos sin lenguaje. No puedes matarme. Ya no puedes herirme. El sol miente. La vida es un gran velorio.
CERTEZAS
Me quedé solo en el agua y en la tierra. En la nada. Me quedé solo entre ojos mudos. Me quedé solo en el fondo de una vieja casa. Me quedé solo mirando pasar otra caravana. Me quedé solo en la lluvia. Me quedé solo en el viento. Me quedé solo pero no tengo miedo. Por eso lo confieso.
LA CARTA
Alguien había olvidado aquellas palabras sobre la mesa. Nadie se detenía. Nadie quería intentarlo. Era una tradición que así sea. Los autos se incendiaban, los cuerpos se aplastaban pero las palabras seguían allí. Casi sagradas. El miedo abría sus dudas. Sentir. Miedo. Miedo a la soledad. Miedo al ruido. Miedo al espejo. La creación estaba lejana. Finalizaba sus cuentas el olvido. Las palabras seguían allí. Palabras señaladas por el dedo acusador. Palabras angustiadas.
Hablo de la muerte, oscura y transparente.
LA REJA
Permanente espacio donde transcurren mis días. La tristeza empieza cuando se van. La libertad no existe. Cierta melancolía absurda / ver el sol / escuchar las campanas / alimentar a las palomas. El pensamiento es luz en este vacío. Extraña furia en poemas tatuados. Doler. Mi vida / la tuya / la nuestra. Finjo caricias de un rostro desconocido. Que nadie me despierte cuando muera. Beso la almohada. Ella existe a pesar de las paredes. Paisaje cotidiano / cuchillo afinado / puchero oxidado. Escribo. Fumo. Deliro. Recuerdo mi felicidad. Tan lejos. Caminaba. El cielo.
En la ciudad de los muertos, sólo una canción respira por mí.
FRAGMENTO MUSICAL
Nos encontramos en el mar. Teníamos recuerdos tristes. Sillas sin mesas. Hablamos de la noche, eterna construcción de ausencias que fluyen. Nos cambiamos los retratos. Nos cambiamos los poemas. Nos atrevimos al fuego. Al humo.
Nos perdimos como ángeles transpirados en un recital de rock.
BOUTIQUE
Maniquí salvaje condenado a sostener una vidriera sin rostro.
POSTALES
En el lugar que antes era un teatro de ciegos, la sal se derrama. Y pequeñas bolsas de nylon anidan en un poste como mendigas de luz. Y un gusano come rosas de un ramo jamás obsequiado. Y las miradas oprimidas del rebaño. Y las piedras rompen todo el miedo del mundo. Y tu nombre escrito en la arena de un desierto.
Y pasan las sombras, vestidas de azul. Y pasan los hombres, vestidos de verde. Y el rey mudo sonríe pero también está muerto.
ÚLTIMAS FLORES TATUADAS EN EL MAR
Invento sonidos para mis manos. Pequeñas naufragas en la noche del miedo. Han muerto tantas veces que olvidaron el olor de sus amantes, el color de sus diamantes. Ellas hablan de mi silencio. Cuando la nieve borraba los fuegos tatuados. Y eran mariposas. Y yo despertaba. Bailando solo.
EL MURO
Sueño días en los que vivo sin escribir. Días en los que mis manos compran flores enlutadas. Días tallados de antiguos miedos sin lenguaje. No puedes matarme. Ya no puedes herirme. El sol miente. La vida es un gran velorio.
CERTEZAS
Me quedé solo en el agua y en la tierra. En la nada. Me quedé solo entre ojos mudos. Me quedé solo en el fondo de una vieja casa. Me quedé solo mirando pasar otra caravana. Me quedé solo en la lluvia. Me quedé solo en el viento. Me quedé solo pero no tengo miedo. Por eso lo confieso.
LA CARTA
Alguien había olvidado aquellas palabras sobre la mesa. Nadie se detenía. Nadie quería intentarlo. Era una tradición que así sea. Los autos se incendiaban, los cuerpos se aplastaban pero las palabras seguían allí. Casi sagradas. El miedo abría sus dudas. Sentir. Miedo. Miedo a la soledad. Miedo al ruido. Miedo al espejo. La creación estaba lejana. Finalizaba sus cuentas el olvido. Las palabras seguían allí. Palabras señaladas por el dedo acusador. Palabras angustiadas.
Hablo de la muerte, oscura y transparente.
LA REJA
Permanente espacio donde transcurren mis días. La tristeza empieza cuando se van. La libertad no existe. Cierta melancolía absurda / ver el sol / escuchar las campanas / alimentar a las palomas. El pensamiento es luz en este vacío. Extraña furia en poemas tatuados. Doler. Mi vida / la tuya / la nuestra. Finjo caricias de un rostro desconocido. Que nadie me despierte cuando muera. Beso la almohada. Ella existe a pesar de las paredes. Paisaje cotidiano / cuchillo afinado / puchero oxidado. Escribo. Fumo. Deliro. Recuerdo mi felicidad. Tan lejos. Caminaba. El cielo.
En la ciudad de los muertos, sólo una canción respira por mí.
FRAGMENTO MUSICAL
Nos encontramos en el mar. Teníamos recuerdos tristes. Sillas sin mesas. Hablamos de la noche, eterna construcción de ausencias que fluyen. Nos cambiamos los retratos. Nos cambiamos los poemas. Nos atrevimos al fuego. Al humo.
Nos perdimos como ángeles transpirados en un recital de rock.
BOUTIQUE
Maniquí salvaje condenado a sostener una vidriera sin rostro.
POSTALES
En el lugar que antes era un teatro de ciegos, la sal se derrama. Y pequeñas bolsas de nylon anidan en un poste como mendigas de luz. Y un gusano come rosas de un ramo jamás obsequiado. Y las miradas oprimidas del rebaño. Y las piedras rompen todo el miedo del mundo. Y tu nombre escrito en la arena de un desierto.
Y pasan las sombras, vestidas de azul. Y pasan los hombres, vestidos de verde. Y el rey mudo sonríe pero también está muerto.
ÚLTIMAS FLORES TATUADAS EN EL MAR
Invento sonidos para mis manos. Pequeñas naufragas en la noche del miedo. Han muerto tantas veces que olvidaron el olor de sus amantes, el color de sus diamantes. Ellas hablan de mi silencio. Cuando la nieve borraba los fuegos tatuados. Y eran mariposas. Y yo despertaba. Bailando solo.
sábado, 10 de octubre de 2009
PLEGARIAS DEL HUMO

Para aquellos que quieran adquirir mi nuevo libro, aquí les dejo las direcciones donde lo pueden encontrar a partir del próximo martes 13 del corriente mes:
- Distribuidora Santa Cruz (Fagnano 195/199).
- Librería Martín Fierro (Avda San Martín 930).
viernes, 9 de octubre de 2009
INVENTARIO
miércoles, 7 de octubre de 2009
martes, 6 de octubre de 2009
lunes, 5 de octubre de 2009
EL SUEÑO DEL PIBE

Y por aquí, otro textillo ancestral Me mató el remate! Ya se aburrieron? Uno más? No tengo nada que perder, soy como el Diego en el 86!
domingo, 4 de octubre de 2009
CRÓNICA DE UN SUEÑO

Y por aquí les dejo un autógrafo que León Gieco me firmó en el libro Crónica de un sueño, biografía dedicada a él y escrita por Oscar Finkelstein. El prólogo del mismo pertenece a la Negra Sosa. Valga el recuerdo!
sábado, 3 de octubre de 2009
UN NIÑO LLAMADO JOHN
Y ya que entramos en confianza y en el mes del primer aniversario de este humilde blog, seguimos ordenando y encontrando textillos ancestrales. En este caso, uno de mi escuela primaria (4to grado). Nótese que en la última oración, el tipo ya quería experimentar.
Aclaración: A ninguna de mis maestras, jamás de los jamases, les gustaron ni uno solito de mis textos. Por lo tanto, no fui un niño prodigio (?). Snif!
viernes, 2 de octubre de 2009
jueves, 1 de octubre de 2009
15 AÑOS NO SON NADA!
Hoy, ordenando mis papeles, encontré una carpetita prolijamente diseñada con muchos "intentos" de poemas y entre ellos, este texto escrito a máquina. El mismo es muy malo pero vale la pena saber de dónde se viene para luego, poder decir con la frente marchita: "esta tristeza es mía, sola mía". En fin, con este texto y otros que iré subiendo, quiero homenajear a mis primeros poemas y principalmente a mi vieja y querida Olivetti que tantas noches me acompañó.
Y no sigo porque si sigo me pongo tontito y lloro, lloro, lloro...y como dice Jojito: "Si hay soledad que no se note".
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