Hay que entrar al silencio
para saber qué es el silencio.
No basta con quedarse en silencio
hay que morirse
y resucitar
y morirse
y resucitar
así
entre sueños bellos como pájaros sin alas
hay que entrar al silencio.
Para hablar del viento / habrá que convencer a los álamos de su existencia.