Sentí una profunda alegría el día que me
avisaron que Otros animales, mi último libro, había sido seleccionado para
representar a la provincia en la Feria Internacional del Libro. Fue un premio
al trabajo, pensé, al trabajo con las palabras. Esa misma tarde le leí, por
primera vez, unos poemas a mi mamá. El silencio que hicimos luego de la lectura
aún retumba como nostalgia de los días por venir.