domingo, 26 de agosto de 2018

No hay nada más poético que escuchar a Lunita articular sus primeras palabras. Son sonidos puramente mágicos; sonidos que estremecen por su belleza y sencillez. Evidentemente, los niños están a favor de la idea de comunidad y en contra de todo individualismo. Por eso van por el mundo enseñando sus mejores juguetes, una ofrenda a quienes aún no pierden sus sueños.