jueves, 31 de diciembre de 2020

Se está yendo un año muy especial, el año del coronavirus y de la muerte. En medio de todo eso, tuve el privilegio de publicar Gorriones de la noche. Sí, la vida es un privilegio, un milagro. 
Mi agradecimiento a los que me escriben por el blog o por los libros. Gracias a los que escriben sobre mis libros, a los que se toman ese trabajo. Gracias a los blogs que difunden mi poesía. 
Ahora sí, sin más que agregar, me despido hasta el próximo año. 

¡Feliz 2021 para todos y que sea rock!



NOTA. La fotografía es de Pequeña Librería Doméstica, Puerto Madryn. Allí también se consiguen mis libros.