martes, 15 de noviembre de 2022



Esta retama que planté en el patio de mi casita (mi sueño es hacer un jardín pequeño) estuvo cerca de 6 años sin florecer, pero nunca dejé de regarla. Tenía fe que en algún momento iba a ocurrir y así fue. Me emocionan esos pequeños milagros que ocurren en el desierto. Mi vínculo con la tierra y con el cielo se ha intensificado en estos últimos años. No sé bien porqué, pero me gusta que sea así. Me hace bien, me sana. 

https://www.youtube.com/watch?v=hylCH6mBwSQ