lunes, 28 de agosto de 2023

Cuando sabía que ya no iban a entrar más clientes, apagaba las luces de las canchas y ponía el mismo disco de Sabina. Luego se sentaba a leer el diario, prendía un cigarillo y tomaba su wiskisito - así lo llamaba. Era extraño lo que pasaba, era extraño no escuchar el murmullo de la felicidad. Las flores iban quedándose solas. Atrás, en la trastienda, me tiraba a descansar sobre unos tablones y me ponía a leer en voz alta. La vida pasaba como si nada.