Como ese día que íbamos por la ruta tres y te dije, sonriendo, que no tuvieras miedo. Que cualquier cosita, pusieras balizas y llevaras el auto hacia la banquina. Ahora tu recuerdo es esa flor amarilla que crece al costado del camino.
Para hablar del viento / habrá que convencer a los álamos de su existencia.