miércoles, 11 de marzo de 2015

Miro sus fotos, enciendo su celular, leo sus últimos mensajes, pienso en la desesperación de aquellos días. Lloro. Pero en algún momento, no sé cómo ni cuándo, salgo a la calle y me aferro a los pequeños gestos, a las canciones que habíamos soñado juntos.