miércoles, 25 de octubre de 2023

Lo más grande del heavy nacional





Ayer murió Ricardo Iorio, el padre del metal pesado. El que alguna vez escribió cantó, durante el menemismo, Olvídalo y volverá por más. El que armó y desarmó tres bandas fundamentales: V8, Hermética y Almafuerte. Polémico, reaccionario, contradictorio. Toro y pampa. Poeta. 

Me queda su obra, sus canciones, el recuerdo de los viajes en solitario a Comodoro para ir a verlo. Aquella vez que tocaron en Chicano (mi primera y última vez que pisé un boliche). El viaje que hicimos con Vanesa, que no le gustaba su música, pero igual me acompañó al recital. El autógrafo que me firmó en el reverso de la entrada, la primera vez que tocaron en Gallegos, en el invierno de 1996. La última vez que lo vi en Calafate, en 2007. Ese también fue mi último recital metalero.

Me queda su música, la que compartíamos con mi hermano. A él también le hubiese dolido su partida, el trago amargo de este mal momento. Me queda su arte, ahí donde nos refugiamos los laburantes que no bajamos los brazos. Eso nos enseñó Ricardo con sus letras, por eso el metal nunca va a morir. 

Gracias, Perro Cristiano. Hasta siempre.