sábado, 28 de octubre de 2023



Mi bici es medio pelo, pero me lleva a conocer los lugares más lindos. El domingo pasado llegué hasta el río, pero entrando desde otro lugar, un lugar donde no anda ni el viento. Para llegar hasta allí, me desvié de la ruta, pasé dos tranqueras, en medio de coirones, matas negras, el murmullo de los pájaros. Luego sí, el río manso me dio su bendición. Me quedé dos horas ahí. Almorcé mi "torta de jamón" y luego volví contento. 
Todo esto para decir que hoy cumplo dos años de pedaleadas. Lo que se hace por amor perdura. Gracias, siempre.