martes, 25 de septiembre de 2018

Buenos Aires, martes 6 de mayo de 2008. Montevideo 980, departamento C del séptimo piso, barrio de Recoleta. Voy camino al silencio, al lugar donde vivió mi amada Alejandra Pizarnik sus últimos 3 años. Tan lejos, tan cerca. Tantos años pensando en ella. Tantos días oscuros. No hay placa, ni recordatorio. Mejor así - pienso. De aquí se fue la madrugada del 25 de septiembre de 1972. Aquí escribió. Aquí trabajó. En su Olivetti, en su mesa verde, en su pizarra. Aquí sus discos y sus libros. Aquí sus muñecas. Hablo con personas que dicen haberla conocido. Desconfío. ¿Habrá existido alguna vez? Busco. Pregunto. En el bar El Cisne no creen la historia que les cuento. Los mozos se ríen. Nadie la conoce. Hablo con el dueño y me invita a ir el fin de semana. Se juntan poetas – me dice. No me interesa.

Quiero entrar, pero me da miedo. La contemplo desde abajo. No lo puedo creer. Tomo una y otra foto. Voy y vuelvo. Sigo mi recorrido. Voy hasta el local de la Sociedad Argentina de Escritores, en Uruguay 1371. Lugar donde sus amigos despidieron sus restos. Al entrar me recibe una señora. Le digo que vengo del Sur, de Río Gallegos. Le pido entrar un rato. Me dice que pase. Me lleva al segundo piso. El lugar es diminuto. Respiro hondo. Quiero llorar. Al bajar, la misma mujer me habla de Alejandra. Me tiemblan las piernas. Le dejo un libro de regalo y salgo a la calle. Yo no sé de pájaros.

lunes, 24 de septiembre de 2018

viernes, 21 de septiembre de 2018

Escribo porque quiero decir algo. No obstante, lo que escribo nunca es lo que quiero decir.

jueves, 20 de septiembre de 2018

Estoy pensando seriamente en cumplir 40 años y publicar algunos fragmentos de este blog en Facebook. Eso sí, primero tengo que cumplir 40 años.

sábado, 15 de septiembre de 2018

Los mapuches solemos decir que tener un jardín en el desierto es un acto de valentía. Lo hacemos para darnos fuerzas, para darnos cuenta de la dimensión de las palabras en una hoja blanca.

viernes, 14 de septiembre de 2018

Río Gallegos, ese mambo inmaculado que todos habitamos.

jueves, 13 de septiembre de 2018

El viento es una herida abierta de la noche. Ahí los pájaros hacen sus nidos.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Ese mar, que tanto me ha dolido, ahora parece darme los buenos días.

martes, 11 de septiembre de 2018

Me esfuerzo en el silencio para que el llanto pese menos.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Ahora escribo para no darle espacio a la muerte. La palabra es una mirada que va al encuentro.

domingo, 9 de septiembre de 2018

Somos átomos en la dulce espera, una huella abierta en los caminos.