miércoles, 26 de febrero de 2020



Ya está en imprenta Gorriones de la noche, mi nuevo libro. Elegí, para su portada, una foto de los palos chicos del club Los Indios, a modo de homenaje por los cinco años que laburé ahí de parapalos. Mi turno era de noche, el más agotador, y mi día de descanso era el lunes (a contramano de todo, sí). En esos años escribí y leí mucho, sobre todo. Soñé muchas veces con la posibilidad de publicar un libro. Ahí estaba, parando esos benditos palos, cuando me avisaron que Sábanas de viento había sido seleccionado para su publicación, en el año 2006. Ahí estaba cuando Guillermo, mi hermano, se fue de este mundo.
Gorriones de la noche es un libro brevísimo e intenso como los saltos que solía dar para que los palos no me dejaran marcas en el cuerpo, y en la vida también.

Nota. Siempre hay un motivo para decir: "Gracias, A77aque".

https://www.youtube.com/watch?v=bjCi1Vht9j4

domingo, 16 de febrero de 2020


Estoy terminando la selección de poemas del tercer número de la revista La Rama, a la que fui invitado a participar por Ariel Di Leo. Es un trabajo hermoso que asumí con mucha responsabilidad, con el respeto que se merece la poesía. Me gusta eso de convocar a los poetas, de recibir sus textos, de conocer nuevas voces. La Rama es un aporte a nuestra literatura, a nuestra cultura. Un buen aporte.


NOTA. La Rama está disponible en librería Martín Fierro (Avenida San Martín 930). No se la pierdan. 

domingo, 9 de febrero de 2020



La música de fondo de mis años de parapalos en el bowling fue Nos sobran los motivos, el disco doble en vivo de Joaquín Sabina. El conserje tenía la costumbre de poner ese cassette (sí, cassette) ni bien se iba el último cliente. Era tan lindo cerrar las cortinas y ponerse a cantar en esas pedanas, mientras todo iba quedando preparado para el otro día. Cuando digo bowling no hablo del juego de bochas, claro. Hablo de algo más profundo, hablo de la noche, de lo que significa romperse el lomo cuando todos duermen o salen a despuntar el vicio. A esa noche, que tanto me lastimó, yo le dí mi vida entera. Un éxodo de oscuras golondrinas.

viernes, 7 de febrero de 2020

Tres poemas



SUR

Para hablar
del viento
habrá
que convencer
a los álamos
de su existencia.


BAHÍA

Bajo los pliegues
de una hoja
en blanco
corre
un río
transparente
que lleva tu nombre.


BAJO NIEVE

Un rumor de pasos, sólo voces reunidas en la lluvia.
Galope inmóvil que aún retumba
como sombra de los días por venir.

jueves, 6 de febrero de 2020

Hace un poco más de veinte años que hago, de manera ininterrumpida, los asados para mi familia. A esta altura, digamos la verdad, me salen de taquito (modestia aparte, aclaro). Pasé por todas las etapas de un asador: el temor del novato, la alegría del que aprende, la confianza que te da el paso del tiempo. En estos años, también vi crecer a mis sobrinos. Ya no son los niños que esperaban al lado de la parrilla, en fila india, que estén listos los primeros choripanes. Ahora son adultos que me preguntan cómo ando, qué me dejó la tarde. El aplauso para el asador ahora lo pide una niña muy hermosa llamada Lunita.

miércoles, 5 de febrero de 2020

El único chinguenguencha es el viento, que nos dejó sin verano. La Interpol debería pedir su captura y llevarlo a otras latitudes.

domingo, 2 de febrero de 2020

Lo que más me gusta que me regalen no son ni libros ni lapiceras. Mi regalo preferido son Gráficos antiguos, esos con los que me hice lector. Lo digo ahora que pasaron dos años del último número, el 4489.

sábado, 1 de febrero de 2020

Quizás los gorriones de la noche sean los parapalos uníos del mundo entero.