miércoles, 31 de julio de 2019

Algún día han de florecer las palabras que planté una mañana de abril. La sombra del álamo es tan fuerte como el mismo álamo.

martes, 30 de julio de 2019

Me consuela saber que el viento es el patrono de los perros.

lunes, 29 de julio de 2019

Sólo los que trabajamos de parapalos, sabemos asistir al ritual de sacar un billete de la bocha y repartirlo en partes iguales.

domingo, 28 de julio de 2019

El viento abre una herida en la noche. Ahí los pájaros hacen sus nidos.

jueves, 25 de julio de 2019

Afuera llueve y yo me voy por las ramas hasta poder encontrarte.

martes, 23 de julio de 2019

De noche, el viento se detiene. Un perro que ladra inventa el desierto.

domingo, 21 de julio de 2019

El acto de escribir me da felicidad, me cambia el estado de ánimo. He tenido, sí, etapas de aislamiento. Tal vez por esa cuestión de apasionamiento que produce la escritura en las primeras etapas.

sábado, 20 de julio de 2019

Cada mañana le escribo una carta y se la dejo en la puerta. Luego me pongo los sueños y salgo al mundo como Messi en el Barcelona. Todo el tiempo quiero estar enamorado. 

jueves, 18 de julio de 2019

Se trata de la misma soledad: las hojas golpeando en la pared, la caída de la nieve sobre lo que se creía perdido.

martes, 16 de julio de 2019

Un rumor de pasos, sólo voces reunidas en la lluvia. Galope inmóvil que aún retumba como sombra de los días por venir.

sábado, 13 de julio de 2019

Nunca me voy a olvidar de aquella tarde. Cuando Sergio Di Leo me llamó, yo estaba parando palos de bowling en la cancha 3 de Los Indios, el histórico club de la calle Pasteur. Por alguna razón, había cambiado el turno. Siempre hacía eso, cuando tenía la oportunidad. El trabajo nocturno es lo peor que puede haber: te acostás y te levantás tarde, no podés descansar. Andás con el sueño cambiado, con el mundo a contramano. Le pedí a Nica, mi compañero, que me cubriera mientras iba al baño a charlar tranquilo. Los ruidos de las bochas al golpear los pinos, en la fosa (así llamábamos al lugar donde nos cubríamos), son insoportables. "Hola, Jorge. Te llamo para avisarte que tu libro fue seleccionado para ser publicado en el programa Mi Primer Libro. El lunes podés pasar a firmar el acta. ¡Felicitaciones!" Y ahí me quedé, sentado en el piso, llorando, mientras miraba los nombres de otros parapalos, escritos en las paredes sucias. Los originales de Sábanas de viento están ahí, en esas paredes. León lo sabe.
Hoy se cumplen 13 años de aquel jueves, uno de los más especiales de mi vida. Ese día, el destino me hizo un guiño, un hermoso guiño.

Parapalos de Ana Poliak:

https://www.youtube.com/watch?v=XzYWa7kCtmg

jueves, 11 de julio de 2019

El viento del ranchito es pizarnikiano también.

martes, 9 de julio de 2019

Ahora que el mundo se detuvo a dos mil kilómetros de mí, recuerdo cada detalle del gesto de sus manos tostando el pan.

lunes, 8 de julio de 2019

Ser hincha de River es también pasar por el kiosco y que te digan: "Llegó la 1986, ídolo".

domingo, 7 de julio de 2019

Un perro cruza el puente a las tres de la mañana. El último gesto de la noche pide huesos.

viernes, 5 de julio de 2019

Ayer estuve charlando de poesía con alumnos del secundario. Fue una linda experiencia. Pensaba que a esa edad, los 17, había empezado a escribir poemas de manera compulsiva. Esos fueron los años de mi amor incondicional a Benedetti también. Gracias por la invitación, Fabiola.

jueves, 4 de julio de 2019

Cada vez que escucho Pongamos que hablo de Madrid, pienso en Gallegos. Acá también los pájaros visitan al psiquiatra.

miércoles, 3 de julio de 2019

Miércoles. Siete de la mañana, seis grados bajo cero. El frío congela mis manos, la tristeza se marchita.