jueves, 30 de octubre de 2008

NÁUFRAGIO

Las veredas ocultan mis pasos. Deambulo con el cansancio del mundo, el cansancio de las luces apagadas. De aquí brotaron ruidos jamás oídos. De aquí mis muertos, pajaritos de la noche, empezaron a soñar con el mar. Y pude volver al poema.