No creo en nada. Ni siquiera en el anarquismo. Puede resultar un poco contradictorio, pero creo en la independencia personal. En el fondo soy un anarco, si hay que ponerle un nombre. No creo en nada en conjunto. Ni siquiera puede funcionar por un tiempo una pareja.
No encajo en ninguna parte. Todo está programado a nivel social para pintar para un lado. No entro en ninguna; ni en un grupo, porque quiero mandar yo. Y cuando te juntás con gente, cada uno tira para su lado. Los de los grupos de rock dicen: “Hago esto por el bien común”. Yo creo que cada uno hace las cosas por su propio bien.
No me llevo bien estando mucho tiempo con la gente. Me canso. Al rato ya no quiero hablar. No hablo más. Por eso salía solo. Porque estaba solo aunque algunas veces estuviera rodeado de gente. Yo hago la mía. Todos dicen “mi amigo este”, “mi amigo aquel”. Yo no creo en la amistad. No tengo amigos.
La mayoría ve el punk como una pendejada. Cumplen veintiún años y ya no lo pueden escuchar. Para mí no es así. A veces me cruzo con gente que antes venía a ver a la banda y me dicen: “Ahora me casé y estoy laburando”. Los absorbió el sistema.
Pienso todos los días distinto. A veces cuando estoy mal me quiero matar y en el mismo día algo se resuelve y tengo ganas de vivir de nuevo. Extremos.
Todos los muertos son buenos. Hasta yo voy a serlo cuando ya no esté.
domingo, 11 de enero de 2009
RICKY DE FLEMA, EL ÚLTIMO PUNK
El último punk (Ediciones Baobab) de Sebastián Duarte se trata de la biografía de Ricky Espinosa, cantante de la mítica banda punk Flema, quién se suicidó el 30 de mayo de 2002. El libro incluye historias, anécdotas y numerosos testimonios de quienes conocieron al músico. Por aquí, un adelanto…(nótese la remera de Truman Capote) y una plegaria para el Ricky!