miércoles, 6 de mayo de 2009

LOS SUICIDAIKES

Y por aquí, algunos extractos de Los Suicidaikes, nuevo libro de Sebastián Tresguerres...


Nuestro mundo es circular, gira como una plaza,
gira como un cerebro de vino,
hay copas brindando,
los políticos brindan por nuestra chatura,
los políticos brindan por nuestras sogas.


Mis amigos son perros que lloran en mis sueños.


el cielo es una enfermedad insoportable.,,
de la vida no hay regreso.


El viento rasga las chapas.
La mierda de la gente va por túneles hasta el estuario.
Antes la costa amanecía con medusas naranjas.
Botellas y niños descansan en la hipnosis de sueños alcohólicos.
Niñas vomitadas transportan futuros suicidas en sus ovarios.


Soy del norte. Vine pobre al sur. Gané buena guita trabajando en una petrolera. Gasté la plata en putas y tragos y televisores de plasma. Se acabó el petróleo. Vuelvo al norte tan pobre y más viejo. Capaz me suicido en el viaje de regreso a la nada.


Santa Cruz es una unidad básica.


Los suicidas tenemos una responsabilidad importante, una función potencial de trascendencia para el mundo (sólo es cuestión de darse cuenta de ello!). Los suicidas estamos al borde de la desesperación, de la muerte. Estamos en condiciones, por lo tanto, de ser solidarios. De ser extremadamente solidarios. De acercarnos a la bondad enorme. Los suicidas estamos en condiciones de mejorar el mundo y salvar vidas a cambio de arriesgarnos a perder la libertad. Una persona normal, en estado de felicidad regular, o sea, las personas comunes que viven en la normalidad sin acercarse a la desesperación suicida, no están en condiciones de poder brindarse completamente al bien del mundo. Será casi imposible que alguien medianamente feliz esté en condiciones de brindar su libertad al bien y a la vida, a salvar vidas eficientemente, a mejorar drásticamente una parte del mundo. Los suicidas sí. Los suicidas estamos en condiciones de dar un paso atrás en el camino de nuestra muerte para brindar mejores vidas a otros.
Cuando estemos en la cárcel, nuestra vida mental tendrá vida, la vida de los niños y mujeres y hombres que habremos salvado de la humillación y de la muerte. Nuestro cerebro tendrá, por fin alguna vez, un honorable sentimiento de grandeza.


¿te siguen bellos pajaritos invisibles
o son las hojas de un sueño

que jesús te reza desde los árboles?