Su segundo libro de poemas, “Plegarias del humo”, ya está en las librerías y ofrece dos años de arduo trabajo y el perfil de un poeta maduro y que ha transitado un largo camino a través de la obsesión laboral, que lo ha llevado a ser el escritor sólido que hoy es.
Río Gallegos es una ciudad que para ser comprendida, hay que escuchar el silbido del viento, sentir la brisa polar y leer su poesía. En este viaje al interior de cada uno para encontrar lo místico de estas tierras sureñas, es una recomendación incluir en el equipaje el libro de Jorge Curinao, “Plegarias del humo”.
Jorge nació el 3 de mayo de 1979 en Río Gallegos, provincia de Santa Cruz. En el año 2006, su obra “Sábanas de viento (poesía)”, fue elegida, entre 16 trabajos, para ser publicada en la Selección Mi Primer Libro, evento organizado por la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Río Gallegos. En 2007 representó a la provincia de Santa Cruz en la 33ª edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. En 2009 publicó “Plegarias del humo”. En la actualidad dicta clases de apoyo escolar y dirige la biblioteca (en formación) del Centro Integrador N° 1, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Comunitario del municipio local. Tiene inédito el poemario Cactus.
Sobre el libro
Jorge Curinao expresó a TiempoSur que “cada libro obedece siempre a una o varias obsesiones. Incluso me atrevería a afirmar que cada obsesión condiciona la forma del poema porque hoy, aunque quisiera escribir poemas largos y con rimas como hacía antes, no podría porque después de años de trabajo he llegado a la brevedad que es algo que siempre quise hacer y Plegarias del humo, mi segundo libro, es el resultado de dos años de mucho trabajo. Hay un momento en el cual tenés que dejar de corregir porque sino terminás arruinando el texto. Uno lo que hace es abandonar el poema porque en realidad, nunca se termina. Siempre se está corrigiendo”.
En tanto, acerca de su pasión por la escritura, Jorge comentó que a él la escritura le da felicidad. “Soy feliz mientras escribo. Escribo para eso. Lo que pasa después con el lector es otra cosa pero lo que me pasa a mí al escribir es único. Es una suerte de gracia, de estar días enteros dedicados a la lectura, a la escritura, a la corrección. No creo en eso que algunos llaman talento, creo sí en el trabajo constante. La lectura, por ejemplo, ha sido fundamental en mi formación como poeta. Y esa ha sido siempre mi actitud, no sólo ante la palabra escrita sino también ante la vida. La poesía es mi forma de vida”.
Cultura, hoy
Por otro lado, no exento del momento que viven quienes hacen cultura, Curinao opinó “actualmente en la ciudad faltan espacios de expresión. No sólo falta una caldera en el Complejo Cultural, sino que faltan actividades en ese lugar. No puede ser que un espacio destinado a los actores culturales siempre esté vacío. Obviamente que esto al sistema poco le interesa. Ni siquiera existe una política cultural. Por lo tanto, no hay objetivos. De allí la importancia que tiene la organización de artistas para que, de alguna manera, se jerarquice el trabajo que uno lleva adelante, generando así espacios de debate y aprendizaje. Esto es también una manera de defender el acceso democrático y transparente a la cultura y a la educación a favor de las mayorías populares”.
Fuente: Diario Tiempo sur, 01/12/09
Gracias Luis!