jueves, 31 de diciembre de 2009

Sábanas de viento por Claudia Sastre

Un hombre arroja al agua su último poema. Canta en la noche helada de la ría, toda su soledad. Hay en estos poemas una necesidad orgánica de ser breves. ¿Cómo se sostendría en otro caso una lectura extensa sin un nudo apretado en la garganta, un nudo que quiebre la voz?

La lectura de estos breves, y a veces alados poemas me trajo a la imagen en primera instancia a Alejandra Pizarnik, quizás contaminada por una confidencia del autor, que me confesó su amor por la gran poeta, pero luego recordé algo más.

Los críticos no somos descuartizadores de poemas, como algunos aseguran. No todos al menos. En mi caso soy integradora de lecturas, me gusta leer trayectos, y en esta ópera prima de Jorge Curinao me encuentro, como quien no quiere la cosa, con ecos de Jack Kerouac, el inolvidable beat. Su tono de brevedad, que queda suspendido, desde lo formal y desde el sentido, de esa extraña cualidad zen, oral, nos transporta a los orígenes de la lírica humana.

Una sola crítica le haría a este libro, en algunos casos hubiera prescindido del título de los poemas, para dejar más en suspenso el sentido, para abrir más la polisemia que estos poemas oscuros y tristes sugieren.Las obsesiones, la muerte, la familia, la soledad, el mar, son los tópicos que el poeta recorre, con habilidad y maestría.

Algunos pocos ejemplos de lo dicho en este caso:



CAMINOS

Bajo la tierra
los mineros iluminan los caminos.



TAN SEPTIEMBRE

En el puerto
las lloviznas despiden pañuelos.

Qué fue del abandono
ahora que examinamos el fuego
pudiente
irónico.

Qué fue del fuego
acaso dos luces nomás
de tanto caminar.

No.
Nadie sabe de la muerte.


CUADERNO PERDIDO

En el mar yacen palabras
versos que me pertenecían.

Solitarias al viento
las abandoné.

En el mar yacen gritos
y mi padre no vuelve.



http://es.shvoong.com/books/poetry/1852011-s%C3%A1banas-viento/