Tenía la idea fija. No me iría de Río Gallegos sin conocer al poeta Jorge Curinao. Le había dicho a Carlos Besoaín. Quiero conocer al poeta Jorge Curinao. Y arreglamos. Besoaín me llevó a conocer al poeta. Dimos vueltas y vueltas por un circuito infernal. Hasta que dimos con él. Un tipo evidentemente sin atributos. Insignificante. Lleno de temores malditos. Infundados. Tiene auto y no se atreve a recorrer trayectos mayores a cinco cuadras. Pasa desapercibido entre mangostas. Duda todo el tiempo. Es esquivo. Mira para otro lado. Inquieto dentro de su quietud. No podría clasificarlo dentro del zodiaco. Cuando estuve frente a él me preguntaba ¿pero es este realmente Jorge Curinao? Es verdaderamente un animal. No sé cuál. Ya sé. Todos somos animales. ¿Pero este Jorge Curinao?... Al final nos despedimos. Estuvimos 10 minutos o algo así. Me fui feliz. Feliz de encontrar a un tipo igual que yo. Sin atributos. Insignificante y lleno de temores malditos. Jorge Curinao, estés donde estés, seguramente en Río Gallegos, que todo te sea leve. Que al anochecer, veas un manchón de felicidad inmediata. Que los ángeles y gorriones acompañen tu vuelo. Y que al despertar, un carruaje de amapolas guíe tus pasos.
http://inmaculadadecepcion.blogspot.com/2010/10/usted-conoce-jorge-curinao.html