miércoles, 31 de diciembre de 2014

Cactusa

Acá, en el desierto, sabemos diferenciar un coirón de un yuyo. Aprendimos que el dolor habita en los primeros fríos y que el viento es herida que viene del mar. Soñamos con niños y con flores. Ladramos para no perder la costumbre nomás. Todo esto para desearles un feliz 2015, que sea con rock y poesía. Chin-chin.