martes, 20 de octubre de 2015

Una mañana de martes fui hasta Parque Lezama, el parque donde se conocieron Alejandra y Martín, los personajes de Sobre héroes y tumbas, la novela de Ernesto Sábato. Era un día gris; casi no andaba gente. Saqué una manzana de mi bolso y me quedé, por largas horas, mirando a los pájaros, a los árboles centenarios, a la vida misma. De allí estoy regresando.