domingo, 27 de enero de 2019

El problema del fútbol argentino va más allá de lo estrictamente futbolístico. El problema del fútbol es de orden estructural. Un ejemplo: los jugadores se van a Europa cada vez más jóvenes, sin tiempo previo de maduración. Conclusión: el mercado hace su negocio y nosotros, nos quedamos pagando. Nos quedamos con las ganas de ver y desarrollarse a jugadores de calidad. Así, lentamente, vamos perdiendo identidad de juego. La llamada “crisis de talento” no es más que un fiel reflejo de nuestro fútbol. Con esto quiero decir que me pone contento ver de nuevo a Menotti como director de Selecciones Nacionales. Nadie como el Flaco para saber de qué va este hermoso juego.