viernes, 3 de mayo de 2019

Nací una madrugada de mucho frío en Río Gallegos. Tercero y último hijo de un matrimonio de laburantes. Comencé a escribir poemas a los 18 años y nunca dejé de hacerlo. Antes de eso, jugaba todo el día a la pelota y me la pasaba leyendo El Gráfico. Me gustaba andar solo también. Soy de los cruzan los puentes a las dos de la mañana. Mi sueño es fotografiar el viento.