viernes, 4 de diciembre de 2020

Cierro los ojos y te recuerdo feliz en el escenario, con los pibes del barrio bailando, haciendo pogo. Esa noche me dedicaste una canción, dijiste algo como "por el aguante de siempre, negro". Te fuiste demasiado pronto de este mundo, hermano. Me pregunto qué estarías haciendo ahora; cómo te sentaría eso que llaman adultez. Te enojarías conmigo, seguramente. No quisieras hablar del pasado, de papá. Me dirías vigilante o algo así. No te gustaría que ande solo. Quizás tenías razón: nací viejo. Pero recordarte feliz, hoy que cumplirías 45 años, me hace bien.