viernes, 6 de enero de 2023

Mi padre era un trabajador. Una mañana, en la primavera de 1987, se fue como todos los días. No volvió. Nadie supo bien qué pasó. 
Tal vez el mar. 
El cuerpo de mi padre estuvo tirado varias semanas allí, en el mar. Nadie supo bien qué pasó. 
Desde entonces odio las muertes, las esperas y sobre todo, los ojos que no quieren mirar.