miércoles, 15 de febrero de 2023

El martes 14 de septiembre de 2004, Marcelo Bielsa daba una de las conferencias más tristes. Luego de ganar el oro en los Juegos Olímpicos, anunciaba su renuncia a la Selección Argentina. Habló de la falta de energía. El Loco, que tanto ama este deporte, se había pasado de rosca. Se iba dejando un buen equipo, un equipo que trataba bien a la pelota. Se iba dejando un hermoso legado: el amor por el juego. Algunos festejaron, y otros nos entristecimos, nos quedamos en silencio como lugar del respeto.