domingo, 25 de mayo de 2025



El día que me avisaron que mi amigo Santucho había fallecido, yo estaba corriendo en la cinta del gimnasio. Mientras hacia mi rutina, escuchaba una canción de Eros Ramazzoti. Una canción que me conmovió desde el primer día momento. Mi amigo no venía bien de salud, de chico tuvo que lidiar con derivaciones, con la burocracia estatal.
Fue Carina, su compañera, quien me avisó. Había dejado el celular en casa y al volver tenía varias llamadas perdidas.
Hoy se cumplen 8 años de aquel mediodía. A los pocos años, Carina también partió de este mundo. Con su muerte, sentí que me quedaba huérfano de amigos por siempre. Solíamos ir mucho al cementerio, los tres, junto a Dante, su niño. La última vez me regalaron un anillo de mi amigo. Hasta habíamos planeado un viaje a Buenos Aires para conocer la cancha de Boca.
A veces, cuando salgo a pedalear, paso por su casa y me quedo un rato afuera. No sé si eso me da fuerzas o qué, pero me hace bien. Es como si toda la vida que compartimos juntos se condensara en ese minuto.


https://www.youtube.com/watch?v=Z2FawxLQGKk