domingo, 5 de diciembre de 2021

Los poemas breves no admiten fisuras. Cada palabra debe ser irremplazable. Debe estar amurada, no decorada. Cada poema se une a otro hasta construir una casa. La lectura de esa realidad, necesariamente, dependerá de quien abra o cierre la puerta. Esas palabras hacen que la lluvia nunca nos termine de borrar. El poeta lo sabe.