jueves, 28 de julio de 2022


Era hora de hacerle un homenaje a este humilde muchachito, que me acompaña hace siglos y que, sin embargo, cada vez que alguien pregunta por mí, responde como si nada pasara. Mi Nokia 1100: el Rolls-Royce de los celulares, el que nunca te deja a pata. 
Dentro de poco, lo cambiaré definitivamente, pero siempre llevaré en mi corazón los mensajes que me enviaba, en la madrugada, el alma buena de Alejandra Pizarnik.