viernes, 29 de julio de 2022


Me pongo el casco, algo de música, reviso el aire de las ruedas y salgo a explorar ese nuevo mundo que me espera. Suelo ir hasta el puente que está antes de llegar al aeropuerto, el que separa la ciudad del viento con la calle Melancolía. Subo por las escaleras y me quedo a esperar que salga el avión. Ahí comienzan mis clases de yoga. 

Mi hermano siempre me acompaña: