Barrio Bicentenario a las nueve de la mañana: calle trece al fondo, pasando la iglesia del Padre Juan y el ropero comunitario de Marta. Faltan dos bolsas de cemento. La uno está intransitable, las máquinas siguen abriendo caminos. Al gaucho se le fue un caballo y al correntino, un perro. El viento sigue dando en el blanco: tiró abajo el galponcito de don Manuel.